Las clases ya comenzaron en serio con bastantes tareas y la vida real te golpea al darte cuenta que tu inglés "chapuseado" sirve para vivir dentro de la universidad, pero que al llegar al centro de la ciudad no entiendes nada. María Juliana me lo advirtió, pero no le creía, hay un momento en el que no quieres preguntar la dirección a nadie, porque temes no entender lo que te van a decir. Es como llegar a un trabajo nuevo, los dos primeros meses son de descubrimiento, después tienes amigos en todos los pisos y no sabes como.
Pero bueno, más allá del idioma, todo comienza a volverse parte de la cotidianidad, lo cual es bastante bueno.
El domingo fui a la Bahía de Cardiff, y es un sitio super bonito, aunque es lleno de turistas, desde donde estoy tuve que caminar 40 minutos, lo que en realidad no me molestó, porque es duro tener atardeceres a las 10 de la noche, uno no sabe que hacer con tanto tiempo. Sobre eso, el cambio de horario también afecta, a veces me acuesto tarde o me levanto a la madrugada, en el día me da sueño o me siento cansada, pero se, que eso también cambiará en la medida en la que me acostumbre.
En Cardiff Bay |
Hoy, ya comenzaron las clases en serio, tuve que ir a registrarme con la policía (sí a los colombianos nos toca registrarnos) y extrañé no haberle hecho caso a mi papá de traer una fotos que tenía encima de la mesa, y la verdad no las traje porque ¡salía muy fea! jajajajjaja ahora, con 5 libras menos en los bolsillos (lo que costó tomarse las fotos nuevamente), me arrepiento.
Ya tengo celular, después de luchar una y otra vez contra todos los operadores de celulares ¡lo logré!
Para los que tengan curiosidad, aquí todas las calles sí son al revés, así que mi gran miedo es ser atropellada por un carro, por lo que antes de cruzar la calle parezco una loca mirando a todos lados.
Era cierto lo del timón al lado derecho jajajajjaja |
Para terminar la comida: Mi menú hasta el momento ha consistido en sánduches, aquí los jamones de España son muy baratos, por ello toda la semana pasada comí sánduche hechos con ellos, sin embargo, pensando en mi bienestar hice un pequeño mercado, me preparé pastas como para un mes, no calculé muy bien la cantidad y ahora tengo ¡una olla gigante que comerme! por lo menos me quedaron muy ricas y serán mi menú hasta nueva orden.
Por el momento no es más, me pondré a estudiar.
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